«Fenómenos de circo», por Ana María Shua


Portada de Fenómenos de Circo, de A.M. Shua (Emecé)



---Ventajas femeninas---

Quién si no las mujeres, siempre dispuestas a doblarnos (los hombres son tan derechos), con nuestro estilo complicado y retorcido (los hombres son tan simples), con nuestras articulaciones laxas (las de los hombres son tan rígidas), quién si no las mujeres y las serpientes para contorsionistas, empecinadas en ese nudo obsceno, tentador, reprobable, que sin embargo non exigen, nos aplauden.



---Nudo gordiano---

El carro de Gordias, rey de Frigia, estaba atado con un nudo tan complicado que nadie lo podía desatar. Según el oráculo, quien fuera capaz de deshacer ese nudo conse­guiría conquistar toda Asia Menor. Sólo Alejandro Magno fue capaz de encontrar la solución: cortó el nudo con un tajo de su espada. Pero este no es el caso, amigos, les ruego que tengan un poco más de paciencia, insiste la joven contorsionista, ante los hombres que la sacaron en andas de la pista y desde hace tres días están tratando de desanudarla.



---El ligre---

El ligre, dicen las enciclopedias, es producto del cruce entre un león y una tigresa. Su aspecto es el de un gigantesco león con rayas de tigre difusas. Los ligres macho desarrollan melena. Su nombre científico es Panthera tigris x Panthera Leo. Más grande que su padre y su madre, el ligre llega a medir más de cuatro metros y a pesar hasta cuatrocientos kilos. Como el gen que inhibe el crecimiento se transmite por vía materna en los leones y por vía paterna en los tigres, el ligre no lo hereda, y, así,crece sin parar durante toda su vida.

Se dice que el más grande de los ligres excede el tamaño de todo lo conocido. Se dice que el universo entero, desde el Big Bang mismo, crece y se expande en la cavidad bucal de ese viejísimo ligre, que está a punto de morir.



---La pequeña Lucía Zárate---

En su edad adulta, la mexicana Lucía Zarate llegó a medir cincuenta centímetros. Pesaba dos kilos y medio y era perfectamente normal en cualquier otro aspecto. Fue la enana de circo mejor pagada de la historia. En 1880 ganaba nada menos que veinte dólares la hora. Murió una noche por congelamiento, cuando el tren en el que viajaba quedó varado en las Montañas Rocallosas.

Aquellos que van en peregrinación hasta el lugar de su deceso, la consideran una intercesora ante la divinidad. Instalada a los pies del Trono del Señor, sólo ella en toda la jerarquía de santos sería capaz de resolver los pequeños problemas que los demás desdeñan. Se ruega a la mínima Lucía para que nos libre de los callos, el mal aliento, las visitas inoportunas, la gente que habla en el cine, las manchas de comida en la ropa buena y la picazón por alergia de contacto.

Lucía Zárate

---El acróbata de los azotes---

En la educación de un príncipe de Inglaterra cumplía un papel fundamental el Niño de los Azotes. Cuando el príncipe cometía un error o una transgresión, se propinaba al Niño de los Azotes el castigo que estaba prohibido descargar sobre la sagrada persona de Su Majestad.

El famoso acróbata italiano Archange Tuccaro, autor del primer tratado sobre saltadores y volantineros (Trois Dialogues, París, 1599) fue contratado para enseñar el arte acrobático al emperador Maximiliano de Austria. De acuerdo con el relato de un testigo presencial, cada vez que el monarca cometía una torpeza mientras realizaba una voltereta en el aire, un joven saltimbanqui caía al suelo en su lugar. A causa de la poca habilidad natural de Maximiliano para este tipo de ejercicio, los jóvenes acróbatas, con los huesos rotos, debían ser frecuentemente reemplazados.


---Problemas con los elefantes---

Siempre el problema de los elefantes. Las dificultades para alimentarlos, sus caprichos. Los fardos de pasto que nunca alcanzan, sus exigencias de prima donna. Quieren salir últimos, como broche de oro del espectáculo, figurar primeros en el cartel, quieren que la joven que levantan en su trompa sea una modelo famosa y cotizada, quieren bombones, imagínense: no menos cuarenta kilos de bombones. Quieren manteca, pero suelta y no en paquete, para frotarse las arrugas en la piel de las rodillas. Y después, ante el domador, como si nada: obedientes, graves, silenciosos. Todos se burlan de mí, nadie me cree, es agobiante, estoy harto de ser cuidador de elefantes, quiero cambiar, estoy comiendo mucho, me dejo crecer la trompa.


---El primer tragafuegos---

Euno era sirio y esclavo, ingenioso y rebelde. En el año 133 antes de Cristo se convirtió (pero jamás lo supo) en el primer tragafuegos registrado de la historia occidental. Fue líder de una revuelta de esclavos en Sicilia, donde tomó varias ciudades, y llegó a coronarse rey. Como prueba de la inspiración divina que lo animaba, avanzaba al frente de sus desesperadas tropas escupiendo fuego, humo y chispas. Llevaba en la boca una cáscara de nuez llena de materia ígnea, brasas y azufre, soplando a través de sus perforaciones, con el efecto de un fuelle sobre las ascuas. En el Cirque du Soleil hubiera sido un gran artista. Capturado vivo, la muchedumbre de Roma se limitó a descuartizarlo, en un espectáculo sin duda interesante pero imposible de repetir.


---Tres piernas---

El rey Salomón le exigió cierta vez al demonio Asmodeo que le mostrara a uno de los seres que viven en el reino subterráneo. Tembló la sala del trono, se abrió la tierra y un hombre extraño, con tres piernas, surgió de las profundidades. Asmodeo no tenía el poder de hacerlo regresar a su mundo, y tampoco el rey Salomón. Para compensarlo de algún modo por su injusto exilio, Salomón lo empleó como pastor de sus rebaños.

En la primera mitad de siglo XX se exhibió en circos de Estados Unidos un hombre con tres piernas. Decía llamarse Francesco Lentini. La tercera pierna nacía de su espina dorsal, como si fuera un apéndice caudal, por lo que en su acto la utilizaba muchas veces como taburete.

Se equivoca el que intente descubrir alguna conexión entre estas dos historias.


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      Ana María Shua

 
Ana María Shua

Escritora argentina, nacida en Buenos Aires en 1951. Ha escrito poesía, ensayo, novela y cuento. Ha publicado los siguientes libros de microrrelatos:


1984 - La sueñera, Minotauro, Buenos Aires (reeditado por Emecé en 2006)

1992 - Casa de geishas, Sudamericana, Buenos Aires

2000 - Botánica del caos, Sudamericana, Buenos Aires.

2004 - Temporada de fantasmas, Páginas de Espuma, Madrid.

2009 - Cazadores de letras, (reúne los cuatro anteriores), Páginas de Espuma, Madrid.

2011 - Fenómenos de circo, Páginas de Espuma, Madrid y Emecé, Buenos Aires.

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