Zoizick Meister |
CARIÑO
Cariño, esto. Cariño, lo otro. Cariño, lo de más allá, que
si por arriba y para abajo. Y es que se había olvidado de mi nombre.
EL NÚMERO TRES
Se dijo que el tres era sagrado en Roma, Grecia, Asiria,
Fenicia, Escandinavia, México, Perú, China y Japón, siendo su peculiar
significado que es el primer número impar que contiene uno par, así que la
tercera vez nunca falla. El hombre se convenció de que si no hacía todo por
triplicado ocurrirían desgracias. Digamos que, por ejemplo, no cerraba la
puerta del frigo tres veces. Entonces moriría electrocutado. Si no miraba bajo
la cama tres veces antes de dormir nunca se despertaría. Si no se lavaba la
cara tres veces cada mañana contraería una terrible enfermedad en la piel. Esta
visión tridimensional de la vida consumía su existencia. Perdió el trabajo,
pero había heredado una pequeña fortuna para cubrir sus caprichos. Se quedó sin
amigos porque lo atrevidamente divertido deja de serlo al repetirlo.
Un día mientras desayunaba su tercer croissant en la
cafetería de enfrente de su edificio vio a la nueva vecina entrar al portalón.
Era guapa, más o menos de su edad. Enseguida salió, olvidadiza y confusa, pero
volvió a entrar y de repente a salir. Le pareció al hombre que entró de nuevo y
luego salió. Se enamoró y le pidió una cita. Ella, que también se encontraba
muy sola, accedió y una noche él se decidió a besarla. Un beso, dos besos y
cuando se disponía a un tercero, ella le detuvo las intenciones y le dijo que
no más de dos.
ES LA COSTUMBRE
Perdió la cabeza por ella que la conserva, como le enseñó
su madre, dentro de una urna antigua de cristal soplado con base de madera, sobre
la repisa de la chimenea, junto a las otras.
PERFECCIÓN
Teníamos unos trabajos perfectos, una casa perfecta, unos
vecinos perfectos, unos niños perfectos y el mismo divorcio habría sido
perfecto si antes de salir a trabajar no me hubiera percatado de una mancha en
la camisa de mi marido, a la altura del ombligo. Dorada, pequeña y redonda al
igual que una moneda. La restregué con un paño húmedo, pero a su regreso había
reaparecido. A la mañana siguiente en otra camisa limpia, y a la siguiente y a
la otra recurría. No crecía, no cambiaba la forma ni mudaba el color. La misma
mancha afeaba toda mi ropa. Cambié de marca de detergente. Usé un nuevo
quitamanchas. Me deshice de las alfombras y aireé los armarios por si el
problema fuera de humedad. Todo fue inútil, pero nos sentimos irresistiblemente
atraídos y una noche dormimos juntos. La luz de la luna se filtraba por la
ventana. Empecé a lamerle con perfección los ombligos. Primero uno, luego el
otro. Él también me los lamía. El segundo ombligo nos rezumaba líquido como una
tubería rota.
SOPLO DE HUMO NEGRO
El Sr. Cuentista soñó que a las doce de la noche se le
apareció la bruja frente a su escritorio en un soplo de humo negro. Estaba
harta de ser bruja. Él, que se encontraba cansado y no de muy buen humor, le
dijo que se evaporara. Ella insistió:
-No quiero vivir para siempre.
-Tu vida no está en mis manos. Es parte del inconsciente
colectivo, le dijo él.
-¿Qué he hecho yo para merecer esta desgracia? Algunas noches
sueño que me muero y entonces encuentro algo de paz. ¿Podría al menos darme un nombre?
Él negó con la cabeza.
-No lo esperan así los lectores y existes para ellos.
-Pues un tratamiento en el spa para un fin de semana.
-No digas tonterías y evapórate.
-Solo si me concede un beso, le dijo ella mirándolo
fijamente a los ojos, sin pestañear.
En contra de su voluntad, él se inclinó hacia la maligna bruja
y le imprimió en su pérfida boca del infierno un beso. La bruja desapareció en
otro soplo de humo, pero el Sr. Cuentista se olvidó de despertar.
***
Nieves
Pascual Soler (Almería, España, 1966). Catedrática acreditada de Filología Inglesa.
Enseña online para la Universidad de Jaén y la Universidad Internacional de
Valencia. Ha publicado
múltiples ensayos y libros de carácter académico. Autora de: A Critical Study of Female Culinary Detective Stories: Murder by
Cookbook (2009), Hungering as
Symbolic Language (2011) y Food and
Masculinity in Contemporary Autobiographies (2018). Co-editora de: Rethinking Chicana/o Literature Through
Food: Postnational Appetites (2013), Comidas
bastardas. Gastronomía,
Tradición e Identidad en América Latina (2013), Traces of Aging: Old Age and Memory in
Contemporary Narrative (2016), Cartografía
del limbo. Devenires literarios de La Habana a Buenos Aires (2017) y Pasión Caníbal (2018). Desde 2016 reside en los Estados Unidos.