IVAN POZZONI: «EPIMILLIGRAM»


 

 

EPIMILLIGRAM

 

No debes enfadarte si a veces te nombro,

te he hecho inmortal en el «retrato anónimo».

Mi tinta graba mejor que un tazón de cicuta:

sin que nadie lo sepa, tu reputación ha evolucionado.

 

 

EL OFICIO DEL POETA

 

He descubierto por qué a muchos no les gustan mis poemas

me resulta difícil hablar de la vida y de otras fantasías,

me interesa la política, lo social, lo comunitario,

y -como diría Checco Zalone- son cosas que no le importan a nadie.

 

En mi lápida escribiré «[...] nació para escribir versos [...]

para estar seguro de que se perderán todos.

Y pondré allí una copa de amargo Montenegro,

así, perdidos sí, pero no me importa.

 

 

EL EPIGRAMISTA INDIFERENTE

 

Para entretenerte, lector desplomado en el sofá,

debo inventar sin cesar rimas de chamán,

las asonancias corazón-sol-mar no son suficientes para el epigramista feroz,

quieres retorcerme el cerebro con rimas como gong / sarong o bordeaux / trumeaux,

pero, creyendo que pones tus trece neuronas en una cámara acorazada,

recibes, inesperadamente, a cambio, un radiante «vaccagare».

 

 

COOPERACIÓN INTERNACIONAL

 

La cooperación internacional fue llevada a cabo por el Ministro del Interior amarillo/verde,

las barcazas de inmigrantes de África destinadas a Marsella la flota francesa las dispersa

desviándolos a Lampedusa, y, en un arranque de amistad, Salvini, sin cañonear

el X-MAS de los camaradas UE que no aceptan a los extracomunitarios, se limitó a hacerles esperar.

 

 

 

***

Ivan Pozzoni nació en Monza en 1976. Entre 2007 y 2018 se publicaron varias colecciones de sus versos: Underground y Riserva Indiana, con A&B Editrice, Versi Introversi, Mostri, Galata morente, Carmina non dant damen, Scarti di magazzino, Qui gli Austriaci sono più severi dei Borboni, Cherchez la troïka y La malattia invettiva con Limina Mentis, Lame da rasoi, con Joker, Il Guastatore, con Cleup, Patroclo non deve morire, con deComporre Edizioni, y e Kolektivne NSEAE con Divinafollia. Ha escrito/editado 150 volúmenes, redactado 1.000 ensayos, fundado un movimiento de vanguardia (NeoN-avant-gardismo, aprobado por Zygmunt Bauman), con un millar de movimientistas, y redactado un Antimanifiesto NeoN-avant-gardista. Sus versos han sido traducidos a 25 idiomas. En 2024, tras seis años de retirada total de los estudios académicos, regresó al mundo artístico italiano y fundó la Kolektivne NSEAE (Nuova antropología socio/etno/estética). 
 
 
 

 

DEL OTRO LADO DEL LABERINTO

 


DEL OTRO LADO DEL LABERINTO 2025

 

CONVOCATORIA

 

*Objetivo: Creación de la antología digital, de título Del otro lado del laberinto, de la revista digital Brevilla, que reunirá minificciones que tratarán la temática de los personajes de la mitología grecorromana.

 

*Título de la Antología: Del otro lado del laberinto, nombre aportado por el escritor Ricardo Bugarín.

 



*La eventual publicación virtual de esta antología no tendrá fines de lucro.

 



Condiciones de envío


1.- Una (1) minificción (narrativa)por persona mayor de 15 años, escrito en español, de 250 palabras como máximo; datos biográficos, en no más de 6 líneas.

También, se aceptarán ilustraciones (máx. 1). La ilustración y/o texto pueden ser inéditos o publicados (Incluir datos editoriales).

*No se aceptarán fotografías*.


2.- El envío será vía correo electrónico a revistabrevilla@gmail.com .  Adjuntar textos y breve bio en un solo documento word (no se aceptará el formato PDF). No incluir fotos. El nombre del archivo debe indicar nombre de autor/a.

 

En el caso de las ilustraciones, el envío debe ser en formato jpg o png, alta resolución. El nombre del formato debe indicar nombre de autor/a.

 

Idealmente, enviar texto en Garamond 14, espaciado 1.0, márgenes justificados.Título del texto y nombre de autor/a en negrita.



3.- En el asunto del mensaje, indicar: «Del otro lado del laberinto»/Brevilla/ Nombre autor/a”.


4.-No se aceptarán textos pegados en el cuerpo del mail.
 

5.- Los textos/ilustraciones serán evaluados por el comité editorial de Revista Brevilla: Lilian Elphick,Sergio Astorga y Camilo Montecinos G.


6.- El envío vía mail equivaldrá a la autorización de publicación digital de los textos o ilustraciones.


7.- El plazo para el envío de textos comienza el 2 de enero de 2025 y vencerá impostergablemente el día 15 de marzo de 2025.

 

8.- No se aceptarán, en ninguna circunstancia, textos racistas, que inciten al odio y la violencia, homófobos, sexistas, etc. Tampoco se aceptarán textos que no cumplan con la temática descrita arriba.

 

9.- El incumplimiento de cualquiera de estas formalidades equivale a la descalificación automática.

 

10.- Consultas: Lilian Elphick: lilian.elphick@gmail.com

 

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Brevilla, revista digital de minificción, pretende compilar no sólo microrrelatos, sino otros géneros literarios, ya sean aforismos, haikús, prosa poética brevísima, verso breve, y expresiones visuales y de audio, como ilustraciones, comics, fotografía, podcasts, etc.

 


© Brevilla es una idea original de Lilian Elphick y su nombre proviene de Godzilla, antiguo monstruo japonés.

 

 

ARNALDO JIMÉNEZ:«ALGUNAS PESADILLAS»

 

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CONFUSIÓN

 

Despertó azorado y angustiado por la pesadilla que había tenido: soñó que la vida y la muerte no tuvieron tiempo para conocerse y que esa era la causa de los extraños acontecimientos que han ocurrido en los últimos tiempos sobre el planeta. Entonces, siguiendo el curso de sus intuiciones, las reunió para que se conocieran y de esa manera hacer que todo volviera a la normalidad.

     —Vida.

     —Dígame, Señor.

     —He aquí a la muerte, tu hermana.

     —Pero, Señor, si nosotros nos conocemos desde hace mucho tiempo.

     —Si es verdad lo que dices, ¿por qué están ocurriendo esas cosas tan extrañas?

     —Lo que usted llama extraño son las acciones del ser humano que, queriendo ser buenas, se convierten tan solo en una extensión del mal, lo único que existe es el mal conseguido por muchos medios; a veces, inentendibles para el mismo ser que lo consigue.

     —¡Ah, entonces es mía la confusión! —contestó el Diablo y volvió a quedarse dormido convencido de que el planeta estaba en buenas manos.

 

 

LA NIÑA Y SUS MUÑECAS

 

Anduvo con sus muñecas haciendo maldades a todos los niños del pueblo; pero un día se le perdieron. Cuando consiguió el sitio donde intuía que estaban sus muñequitas queridas, entró con cautela y preguntó:

—Señor, ¿por casualidad usted habrá visto mis muñecas por aquí? Son blancas y largas, así como…

–¡Sí, sí, claro que sí!, yo las reconocí y las guardé, aquí las tengo. Pasa por favor, están allá al fondo.

Ella pasó caminando con sigilo y, ciertamente, tranquilas sobre un estante del infierno la esperaban sus dos manos ensangrentadas.

 

 

UN SOPLO DE SANGRE

 

Estaba dentro, la oscuridad invadía todo el espacio. Algo palpitaba, sentía que por fuera pasaba un soplo de sangre; no sé, una presencia que no lograba definir debido a la profundidad donde me encontraba. Hice un esfuerzo por subir; pero no me movía ni un centímetro. Estiraba mis manos y algo como un cordón me enredaba el entusiasmo y entonces me daba cuenta de que no podía realizar ningún movimiento. Alrededor mío había una especie de sábanas acolchadas, y casi pegada a mis ojos estaba una puerta cruel y sellada, con un recuadro en el centro. Yo estaba como una piedra: rígido y con los ojos abiertos, aunque sin mirar. ¿Dónde me encontraba? No lo podía saber, la oscuridad era muy espesa, un estupor me embargaba, algo se apoderaba de mi cuerpo y lo sujetaba a la quietud. Cuando ya no podía aguantar un segundo más hundido en esa cosa que me sostenía, escuché aproximarse aquello que parecía ser un soplo de sangre, y en pocos instantes se abrió la puerta: dos brazos gigantescos se dirigieron hacia mí, tomaron los cordones y los halaron hacia arriba. Entonces sentí que mi cuerpo comenzaba a moverse y pronto estuve lleno de vida sobre el escenario.

 

 

Textos pertenecientes al libro inédito Algunas pesadillas, de Arnaldo Jiménez.

 

 

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Arnaldo Jiménez, La Guaira,Venezuela,1963. Reside en Puerto Cabello desde el 1973.Poeta, narrador, articulista y ensayista. Es licenciado en educación en la especialidad de Ciencias Sociales por la Universidad de Carabobo. Maestro de aula desde el 1991. Es miembro del equipo de redacción de la Revista internacional de poesía y teoría poética: “Poesía” del Departamento de Literatura de la Dirección de Cultura de la Universidad de Carabobo, así como de la revista de narrativa Zona Tórrida, de la misma Universidad. Corrector de estilo de la Revista de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela. Ha publicado 35 títulos de los cuales 17 corresponden a narrativa (cuento infantil, cuentos, microficciones, novela). Ha sido merecedor de más de una docena de premios nacionales. Invitado a eventos de literatura dentro y fuera del país. Sus microficciones han sido publicadas en Colombia, Perú, Argentina y Venezuela. Ha sido homenajeado por la editorial Negro sobre Blanco, 2014, y en FILVEN Carabobo en 2019 y 2023.

 


 

FRANCISCA BARBERO LAS HERAS: «ANHELO SALVAJE»

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REESCRIBIR EL DESTINO   

 

Homenaje a Gabriel García Márquez

 

Aureliano Buendía dejó los pescaditos de oro a un lado, sobre la mesa del taller. El brebaje viscoso que le había ofrecido Melquíades esa mañana le había dejado un regusto dulzón en la boca. Conforme había avanzado el día, algo de mareo y poco más. Sin embargo, ahora le producía un ardor que le subía por el pecho y le alcanzaba la cara.

Empujó la puerta de la casa y salió como un loco recorriendo las calles del pueblo. Llegó a casa de Pilar Ternera y, sin apenas mediar palabra, la amó sin consideración, vehemente, como poseído. Le gustó la sensación posterior. No se reconocía en aquellas lides, afanado; expresando voracidad y ternura a aquella mujer de ojos y pelo negro.  Se acomodó al aroma de su piel, a sus pechos prominentes y a la soltura con la que ella regía su hogar. Dominó pronto la cría de ganado, que vendía multiplicando unos ingresos florecientes para su prole. Y no pensó que aquel día, el gitano y su mujer habían condenado a su estirpe, sin saberlo, a cien años de amor.

 

ORÍGENES

 

Cansada de tejer y de esquivar pretendientes, congregó a un grupo de hombres y mujeres y se lanzó al mar en busca de su esposo. Pasó por el país de los Feacios, por la isla de Calipso y por la isla del Sol. Así, libró una guerra, mató a una ninfa y ayudó a Zeus a gobernar un pueblo. Al llegar al país de las Sirenas, descubrió que su compañero había sido atraído por su canto. Habían devorado a la tripulación y destruido sus naves. Él había perdido la memoria y estaba a punto de ser sacrificado.

Haciéndose pasar por una vagabunda entró en palacio y mató a la sirena reina. Por el día le contaba al marido lo que por la noche olvidaba. Y consciente de que tenían que volver a casa, lo ató al mástil del barco hasta que recuperó la memoria. Y navegaron, viviendo cien altercados, para que luego fuesen cantados por los rapsodas de pueblo en pueblo.

 

SEPTIEMBRE

Decidí llevarme un trozo de mar en la maleta. Lo guardé doblado en el bolsillo interno con mucho cuidado para que no mojase la ropa. Al llegar a casa no sabía dónde colocarlo, pero encontré un hueco en la cómoda. De ese modo, si llegaba cansada por las tardes lo extendía en la bañera y me hacía unos largos relajantes, si me aburría intentaba pescar la cena desde la orilla y si estaba enojada me sentaba frente a él y me calmaba con el mecer de las olas.

Todo iba bien hasta que las gaviotas decidieron salirse de los cajones y anidar en el rellano de la escalera. Ahora tengo a todo el bloque alborotado: los vecinos han colocado las hamacas y han abierto un chiringuito en el portal.

 

ANHELO SALVAJE

El olor a tierra mojada me trae recuerdos de mi antigua vida silvestre. Pienso en los antílopes que retozan en los pastizales en la estación húmeda. También en los leones que acechan a las gacelas en la llanura, o en los búfalos que resoplan mientras los pájaros anidan en las acacias.

Alzo las dos patas delanteras y olfateo el aire con mi morro. Sólo tendría que cruzar la puerta del jardín. Pero entra mi amo en el comedor, me acaricia con su mano, le miro a los ojos y pospongo, por esta vez, los atardeceres en la sabana.

 

NOSOTROS  

Venimos solos caminando. Pasamos junto al Cruceiro. Casi todo es oscuridad. A la altura de la Ermita de las ánimas nos arrodillamos. Dentro, el viento mueve la luz de las velas y desdibuja el rostro de Jesús. Algunas monedas permanecen esparcidas. Las flores mustias se deshojan. Llegamos a la Iglesia, los bancos vacíos, los santos en penumbra, solamente silencio y soledad.

Subimos por las calles empedradas. Las paredes blancas encaladas. Un gato corre asustado. Ni siquiera el sonido de los grillos, la luz mortecina de las farolas. Las personas duermen en sus casas, ajenas a este deambular, sin saber que mañana nos acompañará uno más.

 

MALCRIADO

Los padres de un alocado tigre no le permiten que se acerque al lago. Se rumorea que los cocodrilos devoran a los más jóvenes. Tampoco quieren que cace jabalíes, ni antílopes con su afilada cornamenta, ni pavos reales por sus plumas indigestas. A fin de cuentas, los dos le abastecen de caza hasta el hartazgo.

A los cuatro años, luce un imponente pelaje y un cuerpo majestuoso. Sin embargo, los instintos afloran. Por eso, el macho arrogante se come a la madre, mata al padre anciano y muere de hambre cuando termina con las provisiones que le suponían sus hermanos.

 

***

Francisca Barbero Las Heras (Bonn, 1970) es Licenciada en Psicología por la Universidad de Granada, especialista en psicología clínica y trabaja en Jaén en un centro que atiende a personas con trastornos adictivos. Escribe poesía desde la edad de 11 años (que recuerde), pero hace un tiempo una amiga le animó a presentar microrrelatos para un concurso y desde ese momento su pasión por el género breve ha ido creciendo hasta hacerse extensa. Ha publicado microrrelatos en la Revista de Literatura Quimera (446, 2021; 463-464, 2022 y 487-488, 2024), en la Revista Digital Brevilla “Brevestiario”, “Tigres para Juan”, “La minúscula cuerda floja” y “Huellas de la memoria”. También en la Antología de la Escuela de Escritores “Letra impresa” 2021 y “El verdadero nombre de las cosas” (2022). Ha sido finalista del mes de enero de 2023 en el “XII microconcurso” de la La microbiblioteca y en algún concurso y certamen más. Ha publicado diversos textos en la antología de microrrelatos “Equilibristas. Nuevos autores del microrrelato en español” de Trea ediciones en 2023. No se cansa de aprender y le encantaría hibridar el microrrelato con otros géneros.

 


 

LA MINIFICCIÓN EN EL VÓRTICE DEL ESPEJO


 

Una aproximación a Universos imposibles. Ciencia y minificción, de Diego Muñoz Valenzuela

 

Por Lilian Elphick

 

 

Conozco al escritor Diego Muñoz Valenzuela desde los años 90; nos une la larga amistad y complicidad de estar en el mismo universo de la literatura y ambos nos hemos dedicado al fomento del libro y la lectura durante muchos años. También hemos echado a volar numerosos libros de microcuentos o minificciones. Diego, por su parte, ha publicado una buena cantidad de novelas y libros de cuentos. Cómo olvidar la novela Todo el amor en sus ojos (1990) o el compilado de minificciones Ángeles y verdugos (2002), editado por el querido Cristian Cottet, de Mosquito Comunicaciones, uno de los primeros en publicar microcuento en Chile de manera constante. La colección Una pequeña realidad alojó textos brevísimos de Jaime Valdivieso, Juan Epple, Juan Mihovilovich, por citar a algunos escritores/as chilenos/as. Porque cuando la escritura apunta directo a la belleza, el olvido es imposible, persevera a lo largo de los años y permanece como una flor perfumada a través del tiempo. Y esto es lo que sucede con los libros de Diego, escritor nato, entregado de lleno a la literatura y el arte, como lo hicieran Camus o Kafka; sin concesiones, doblándole la mano al destino o cualquier suceso que pudiese desarraigarlo del oficio. Difícil empresa en los tiempos convulsos del neoliberalismo donde a pocos/as les interesa la lectura como placer social y cultural. Porque la escritura y la lectura, machihembradas, si pudiese decirse así, significan un desvanecerse del tiempo, una dulzura en permanente rebeldía y cambio.

Recuerdo con mucho cariño la anécdota que, de vez en cuando, cuenta Diego acerca de unos escritos breves que redactaba en las micros (autobuses del transporte público), mientras iba al colegio y luego a la universidad. A estos textos de brevedad y rapidez inmediata, entremedio de frenazos, colegiales con mochilas inmensas, codazos y otros aconteceres propios de ir en un autobus repleto, con gente colgando en las pisaderas, Diego los llamó “microcuentos”. La época era convulsa, acechada por los perros rabiosos de la dictadura. Escribir era un acto sedicioso, indisciplinado, subversivo, y eran normales la quema de pilas de libros en las calles. Quizás por esto, los textos brevísimos se escribían entre un lugar y otro, en movimiento y en la urgencia de sobrevivir. Al menos, Diego así lo hizo.

Y de los textos escritos en movimiento a Universos imposibles. Ciencia y Minificción (La Tinta del Silencio, México, 2023) hay un salto cuántico. Ha corrido mucha agua sobre los puentes de la creación, la minificción se ha popularizado cada vez más y se “practica” (como la esgrima) en casi todo el planeta. De los textos móviles a la velocidad literaria comprimida. Universos imposibles… es pura velocidad y síntesis. Y aquí cito a Italo Calvino que llegó a soñar con «inmensas cosmogonías, sagas y epopeyas encerradas en las dimensiones de un epigrama». (Seis propuestas para el próximo milenio, de Italo Calvino). Los universos de D.M.V., convertidos en una quintaesencia, tocan temáticas complejas, alejadas de los intertextos ya conocidos y manidos, y concentradas en el tiempo y en el espacio, en el cuestionamiento filosófico, en distopías y máquinas capaces de superar la inteligencia humana.

En ciertos textos hay una amargura del desastre por venir y que, de algún modo, ya es, como si el futuro no fuera tal o estuviese supeditado a intrincadas cadenas temporales:

 

Apocalipsis 1

 

Usted enciende el computador y entra a internet. Abre su página web favorita y con una sonrisa irónica lee este microrrelato. Le divierten las patrañas. La pantalla parpadea y se apaga. Todo va a negro. Usted también. Nunca acaba de leer esta historia. (44).

 

 

Aquí hay una historia detrás del texto, o dicho de manera más literaria, al otro lado del espejo. Y he aquí lo relevante de la minificción: la aparición de una historia superficial y de una historia profunda, que el lector/a habrá de desentrañar. La world wide web se ha ido a negro. Autor y lector entran en crisis, aunque quizás, este desmadre tecnológico estaba desde antes, mucho antes que existieran. Quizás siempre estuvo oscuro, negro y la red protectora y benefactora de las comunicaciones no es tal, sino una alucinación o una aporía. Esta minificción representa la velocidad de los aconteceres, en donde el ser humano es capaz de cerrar sus ojos un par de segundos y, al abrirlos, se encuentra de lleno con otra realidad. La extrañeza, incluso el horror, ya comienzan poco a poco a resultar habituales, son capaces de estar sujetos a cambios. Leamos otros dos textos sobre hecatombes:

 

Apocalipsis now

 

A orillas de un mar sucio y furioso, la mujer embarazada contempla el vuelo de los últimos pájaros a través del cristal polarizado de la máscara antigases que mantiene su vida. A lo lejos se divisan las siluetas fantasmales de los edificios abandonados y vacíos, todavía humeantes. Sus pezones se aprietan a la tela de su camisón como si quisieran escapar, como si hubiera esperanza para la criatura que crece en su vientre. (48).

 

El sobreviviente

 

El único pájaro atraviesa el cielo de la ciudad vacía y silenciosa. Su vuelo es agitado, urgente, incierto, trémulo, empavorecido. Nadie lo ve, ni personas, ni animales, ni otras aves. La urbe esta muerta y solo el ave vive. Y usted lee esta historia mientras el abandono y el miedo ascienden como serpientes heladas por su espalda. (48).

 

 

En ambos textos se ofrecen dos historias, donde una de ellas representa el misterio, lo que hay que develar. Si el lector se esfuerza podrá llegar al “objeto”, no al objetivo, sino a un símbolo que representa el santo grial de la literatura en sí misma: la historia abierta en muchos significados. El lector, siempre presente, está dentro del útero de esa madre sobreviviente y también está leyendo, en el aquí y ahora, a ese otro lector miedoso de lo que lee. El ser que lee, entonces, funge como objeto mágico, similar al de los cuentos de hadas donde existe la mitad de un anillo que hay que encontrar o la espada Excalibur que hay que desenterrar de la piedra.

Nuevamente, cito a Italo Calvino:

 

«Diremos que, desde el momento en que un objeto aparece en una narración, se carga de una fuerza especial, se convierte en algo como el polo de un campo magnético, un nudo de una red de relaciones invisibles. El simbolismo de un objeto puede ser más o menos explícito, pero existe siempre. Podríamos decir que en una narración un objeto es siempre un objeto mágico». (Calvino, op.cit.)

 

El lector, pues, es similar al objeto mágico capaz de abrir todas las puertas y ninguna, porque todo depende del ojo con que se mire. Las apocalipsis, donde todo termina, generan nuevas posibilidades. Las historias no tienen final, sino que se retroalimentan para así fortalecerse y nunca desaparecer del todo.

En la serie “Relatividad”, que consta de 14 textos, el tiempo es protagonista y antagonista de lo contado. Las minificciones se devoran entre ellas, expulsando significados y creando un vórtice de simbolismos. Cada uno de los textos ingresan a un puente de Einstein-Rosen o agujero de gusano, llevando al lector consigo:

 

1

 

Desde su niñez más temprana, el tiempo ansiaba representarse en la forma de un reloj alado. Logrado esto en la madurez, muy de prisa emprendió vuelo sobre el océano. Aunque iba rápido, demoraba y se iba tornando cada vez más ansioso por arribar a la otra orilla. La premura y el cansancio lo traicionaron: cayó sobre aguas tormentosas. Se hundió como una piedra a causa del enorme peso del pasado. Ahí se quedó, atrapado en las profundidades abisales. Por suerte nos dejó en herencia la eternidad; de allí surge esta historia.

 

9

Tras muchos intentos, hallé la forma de viajar al futuro. Bastaba con dar vuelta la máquina, así de simple. Avancé unos minutos para probar y resultó. Ahora sé que todo futuro será peor, me corresponde meditar acerca del eventual regreso. No es muy tentador. A veces es preferible la ignorancia. Debiera detenerme en algún instante, un interregno donde pasado y futuro carezcan de sentido. ¿Para qué, dirá usted? Para escribir este microrrelato, por supuesto.

 

El objeto lector, ajeno a los vaivenes espacio temporales, puede seguir leyendo la historia, el microrrelato, y ser parte del intrincado proceso de la comunicación. Porque de esto se trata: el traspaso de información. Puede resultar paradojal, acaso sea inquietante y logre un desequilibrio. Quizás la imaginación siempre ha sido excéntrica y sea la cuerda delgada por donde va el funambulista:

[…] «en una época en que triunfan otros media velocísimos y de amplísimo alcance, y en que corremos el riesgo de achatar toda comunicación convirtiéndola en una costra uniforme y homogénea, la función de la literatura es la de establecer una comunicación entre lo que es diferente en cuanto es diferente, sin atenuar la diferencia sino exaltándola, según la vocación propia del lenguaje escrito».  (Calvino, op.cit.)

 

Si usted ha llegado hasta aquí es porque ya escuchó el clic de la minificción. Los textos de Universos imposibles. Ciencia y minificción cautivarán a todo aquel de mente abierta. El libro de Diego Muñoz Valenzuela no se resuelve en el chiste o en la inmediatez de lo repetido una y otra vez; es tremendamente original y expone temáticas inquietantes; es diferente y único. ¿Se atreve usted a ingresar en el vórtice del espejo?

***

Universos imposibles. Ciencia y minificción, de Diego Muñoz Valenzuela.

Editorial La Tinta del Silencio, Ciudad de México, 2023.

90 pgs.

GRETCHEN KERR ANDERSON: «EL LIBRO DE LOS TIEMPOS»

 

Imagen de Freepik 

 

Cerezos en flor:

pétalos rosados caen,

vida efímera.

*

El río murmura,

agua cristalina fluye,

momento eterno.

*

Bajo el sol ardiente,

la arena quema los pies,

anuncio del verano.

*

Silencio en el bosque,

el viento susurra hojas,

naturaleza viva.

*

Mar en calma,

olas besan la orilla,

salitre en el aire.

*

Noche estrellada,

brillan luces en el cielo,

espacio infinito.

*

En el jardín,

mariposas revolotean,

danza de colores.

*

Sueños de infancia,

juegos en el parque,

risas inocentes.

*

Montañas majestuosas,

nieves eternas coronan,

paz en la altitud.

*

Besos bajo el arco,

amor en susurros,

encuentro de almas.

*

El aroma dulce,

cafeterías y libros,

días de bohemia.

*

Abrazos sinceros,

amistades verdaderas,

fuegos que alimentan.

 

 

Imagen de storyset en Freepik

 

 

Los haikus de Gretchen Kerr A. pertenecen a El libro de los tiempos.

***

Gretchen Kerr Anderson (Mayarí, Cuba 1998). Poeta y narradora. Licenciada en Lenguas Extranjeras por la UHO Universidad de Holguín. Miembro de la Asociación Hermanos Saíz de Holguín. Integrante del Taller de Ciencia Ficción y Fantasía «Espacio Abierto». Ha obtenido Mención en narrativa infantil en el concurso provincial León de León con el minicuento «El gato de los ojos de oro» (Mayarí, 2014), Mención en narrativa en el mismo certamen con el cuento «Cadáveres» (Mayarí, 2018) y Primer Premio en poesía con el poemario «Retórica Negra» (Mayarí, 2018). Obtuvo primer lugar en el concurso literario de la Universidad de Holguín en las categorías narrativa y poesía (Holguín, 2018) y segundo lugar colateral en el concurso nacional de narrativa Cuentos Fríos (Cárdenas, 2018). Ganadora del certamen de publicación de la revista digital Novum de la UBIK-USB Universidad de Bolivia con el relato «La Hechicera» (2020).  Ha publicado el cuento «El enviado de Cotard » en la revista digital argentina Extrañas Noches Literatura Visceral (2017), «El noventa por ciento de todo es basura» (2021) en la revista digital argentina Ciencia Ficción Científica y en la antología anual de la misma titulada «Yo destruí la Tierra», además del poemario “Enajenación” en el Nº98 de la Revista Almiar (Margen Cero) de España (2018). En el sitio web Poematrix “Una lluvia de espejos rotos irá incendiando el universo" (2022), "Óleo de los catecúmenos (o Ensayo para una resurrección macabra)" (2022) "Et nigras" (2022), "Cantando a Odín entre tus brazos" (2022), "Gorgoneion con cuerpo de mujer" (2022), "Sombras demenciales (Esferas de la dimensión gótica)" (2023), "El abrazo del misterio" (2023), "Gólgota de mis noches de insomnio" (2023) En Poetalia “Retórica Negra" (2023) Ha publicado el relato “El Ojo de Freegh” en la antología “Caballería Mutante” (La falange naciente) de los antologadores Yoss (José Miguel Sánchez) y José Alejandro Cantallops (Ediciones Elefanta, 2023).