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LA FÁBRICA
Por más que mis padres buscaron trabajo no les apareció. La necesidad apremiaba, así que un día decidieron aprovechar el tiempo. Sacando desde dentro los deseos de salir adelante establecieron un fábrica en casa. Cada noche, entre caricias y besos, laboraban con pasión convencidos de que, más temprano que tarde, rendiría frutos la nueva empresa. Y así fue. Aquellas jornadas de amorosa labor en la vieja cama del cuarto dieron resultados: a los nueve meses nací yo… y a los tres, me vendieron para sostener el negocio.
AUSENCIA
Luego de algún tiempo ausente, volví en la noche a casa y entré a la habitación de mi hijo para jugarle una broma. Al tocarlo por los pies, despertó asustado y al verme cubrió de súbito su rostro con la sábana y no quiso mirarme más. Salí entonces preocupado a la sala y me senté a meditar. Lo seguí después, cuando lo ví correr hasta el cuarto de su mamá, y quedé petrificado cuando le escuché decir, casi llorando: «Mamita, hay un hombre extraño en la casa».
GÉNESIS
La semilla fue puesta allí y ambos cruzaron los dedos para que germinara. Era cuarto menguante, dicen que la mejor luna para cosechar. Pasó un tiempo, breve quizás, y la semilla dio leves señales de vida. Fue creciendo poco a poco. A los nueve meses asomó su cabecita entre las piernas de la madre y llego al mundo dejando escuchar el tierno llanto de un recién nacido.
ÚNICA OPCIÓN
Todo aquello que le recordaba a ella lo llevó hasta el basurero: fotos, el cepillo de dientes, un libro de poemas y muchas cosas más. Casi vacía quedó la casa y, sin embargo, seguía recordándola. Fue entonces que por fin descubrió el motivo por el que no podía olvidar a su gran amor: su enamorado corazón. Y no tuvo otra opción que ir y echarse él también en la basura.
ESPERA
Anoche me fui a la cama siendo la hija del dueño de esta casa. Pude conciliar el sueño sabiéndome amada por papá, que a duras penas y gracias a Dios todavía forma parte de mi mundo. Desperté temprano y, de repente, soy una extraña sin nombre, dice no conocerme y me ignora por completo. Resignada, espero entonces porque en el transcurso del día el medicamento haga efecto y se acuerde de mí.
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Yosvany Domínguez Rodríguez. (Ciego de Ávila, Cuba,1974).
Guionista de Radio y Televisión y Profesor de Ajedrez. Ha colaborado con guiones dramatizados para Cubavisión y Radio Progreso. Tiene publicado el libro de microrrelatos Sorbo a sorbo: Sesenta historias breves (Editorial Primigenios, 2023). Obtuvo Primera Mención en Concurso Nacional de Cuento “Benigno Vázquez”, Los Arabos, 2023. Tiene terminados otros dos libros de narrativa.