Por Saturnino
Rodríguez Riverón (Cuba)
A MI MEDIDA
Quiero mucho
a mi mujer, siempre la quise. Y cada día aprendo a quererla un poco más. Nunca
es suficiente. La quiero por su capacidad de ternura a prueba de calamidades.
Por su dedicación indoblegable a los cuidados de la familia. Su apoyo
incondicional, sus desvelos constantes. Porque estoy convencido de que era la
mujer que me estaba predestinada mucho antes de yo nacer. Pero sobre todas las
cosas, la quiero por su gran dulzura, ahora que los precios del azúcar han
subido considerablemente en el mercado mundial.
CARA O CRUZ
Un libro
puede contener una sola frase aprovechable y ser leída en un período en que sea
posible prescindir de ella o desechada por olvido. O peor aún, no ser leída
jamás.
PARENTESCO
Algunas
amistades y hasta vecinos a los que he confiado este cariño, han criticado mi
excesivo afecto hacia los mosquitos. No pueden comprenderlo y es que soy una
persona particularmente familiar.
Esos
insectos, después de pasar la noche encerrados con uno bajo el mosquitero, se
emparientan de la forma más entrañable. Los observo al despertar en la mañana:
gordos, ahítos, casi no pueden volar de tan cargados con nuestro plasma
sanguíneo. Y en ese momento, un amor fraternal me une a ellos
inextricablemente. Son mis parientes cercanos. Aún sin saberlo se han
convertido, de la noche a la mañana, en hermanos míos, porque a fin de cuentas llevan mi propia sangre.
COBRO PUNTUAL
El último
hombre sobre la tierra se relamía de gusto al comprobar su irrefutable soledad,
pues eran bien conocidas sus manías de solitario, aunque no quedara nadie para
dar testimonio.
- Solo. Al
fin solo. Sin vecinos fisgones ni amigos inoportunos. Sin mujeres bullangueras
e histéricas, ni muchachos revoltosos e indóciles. Sin horarios que castran la
esperanza, ni costumbres domesticadoras, ni frenos, ni tabúes, ni luces u
oscuridad. Ni metáforas, alquimistas, abogados o jueces. Ahora soy el amo y el
verdugo; tengo la cuerda pero también el árbol que dará frutos. Todo el planeta
me pertenece por derecho propio.
Mío,
absolutamente mío en toda su vastedad.
En eso tocó a
la puerta el Recaudador de Impuestos.
MÉTODO INFALIBLE PARA DETERMINAR...
Para evaluar
prosa, poesía, literatura en general, colocar el libro en cuestión al borde de
la taza del baño. Si permanece inmóvil, es posible aún pensar en su salvación.
Pero si por imantación, simpatía o afinidad, cae hacia dentro, donde sobrenadan
las excrecencias, entonces es mejor desecharlo, el libro es una mierda.
CONTRACIELO
Por variar la
rutina de la gripe, escupes hacia arriba, con fuerza, y al rato aparece desde
las nubes una persona con cara de dios padre, blasfemando de lo lindo, con un
salivazo en pleno rostro.
EL VOLCÁN
El tragacandelas
engullía tizones tras tizones, pequeñas teas encendidas y carbones al rojo
vivo. Parecía el dragón de la leyenda, pero en sentido contrario. Con el
tiempo, todo el fuego acumulado en su interior explotó, hizo erupción súbita, y
la lava salida de sus entrañas corrió sin detenerse varios kilómetros. También
las cenizas que echó a volar, cubrieron la ciudad por varias horas como si el
sol hubiese sido borrado de un manotazo. Tuvieron que intervenir los bomberos
para detener un incendio tan particular.
Personados los paramédicos en el lugar del siniestro, un doctor en prevención
de futuras catástrofes, le prescribió una dieta mucho más gélida: helados, refrescos fríos, comida
congelada, en general.
ELECCIÓN
Colocado en
el trance de elegir entre una mujer que no te quiere y otra mujer que no te
quiere, escoge a la mujer que no te quiere.
FRASE CON ERRATAS
Amáos los unos a las otras, o si se quiere,
las unas a los otros, escribió enfático y para siempre el dedo de Dios. Pero
bastó un vertiginoso cambio de género en una de las copias, o el error
indeleble de un hebraísta para consumar el fraude. Así quedó para siempre como
escrita por el dedo de Dios: Amáos los unos a los otros. Después vendrían
Sodoma y Gomorra, los travestis...
HOMICIDIO DOMÉSTICO
Viviré sólo
para sentir cómo mueres entre mis manos.
Y el asesino
lo apretaba, quería comprimirlo, sacarle hasta el último aliento. Pero nunca
lograba estrangularlo completamente. Una y otra vez, el acordeón testarudo
recuperaba su antigua forma para desesperación del músico.
FÓRMULA : PAGAR POCO Y VENDER CARO
Las mujeres
salieron a la calle golpeando cacerolas vacías. Los hombres con los bolsillos
virados del revés.
PAHAVANA TRISTE PARA UN INFANTE
Tus riñones
probaron ser más saludables que los míos. Orina. Mea, Cuba.
DINOSAURIOS
El meteorito
esperó a que despertaran.
TEMPORALES
Como lectores
mortales, se nos otorga la prerrogativa de leer nuestra última línea ( a veces
confusa, indescifrable, con erratas; ya es igual). De pasar la página, cerrar
el libro y devolverlo a los estantes, se encargan los demás lectores, que
ejercen también por un tiempo. Hasta la última página.
COLEGAS
Entre
escritores, como entre bomberos, es frecuente que alguien le pise la manguera a
otro. Máxime si pensamos la literatura como un fuego inextinguible.
ECONOMÍA Y FINANZAS
Tengo la
esperanza de que cuando se publique la revista AntiForbes ( nombre
provisional), apareceré en portada, de cuerpo entero, como el hombre con menos
dinero del planeta.
MUNDOS
Cada cual es
un mundo. Somos miles de millones de esferas dando vueltas en un mundo, que a
su vez gira alrededor de otro que a su vez se integra girando a un cúmulo de
otros mundos. Vivimos al fondo de una caja china infinita. Somos una diminuta
matrioshka que se olvida de su condición de matrioshka.
EL INMORTAL
Dice Borges
que Borges no es la literatura. Para no serlo, lo disimula muy bien.
*
Saturnino Rodríguez Riverón.
(Placetas,Cuba,1958).
Narrador y poeta.
Ha obtenido premios y menciones en diversos concursos nacionales e internacionales.
En 1999 obtiene el Premio Calendario Narrativa con el cuaderno Manuscritos en papel de cigarro ( Ed.
Abril, 2001). Ha publicado, además, Cuentos
de papel (Letras Cubanas, 2007); Muchas
veces mucho (Letras Cubanas, 2013 y Tres
toques mágicos. Antología de la minificción cubana, Editorial Letras
Cubanas, 2017.Trabaja como periodista en la emisora Radio Reloj, de La Habana.