Hokusai es una antología digital que reune microrrelatos basados en «El sueño
de la esposa del pescador», de Katsushika Hokusai (1760-1849), pintor y
grabador japonés, adscrito a la escuela ukiyo-e
del periodo Edo. La xilografía en cuestión pertenece al género shunga, de contenido erótico.
Los microrrelatos pertenecen a escritores/as de
Argentina, Chile, Cuba, Venezuela, Nicaragua, Colombia, Perú, Bolivia, Portugal,
Canadá, México, Australia, España, Italia, nacidos/as o que viven es estos
países. Cada uno/a de estos/as autores/as sembró una perla en sus minificciones.
Brillante, pulida, cautivadora. Que nos perdone el maestro Hokusai por habernos
montado arriba de su xilografía, que se apiade de nosotros/as, escribientes de
mínima factura, por haber retorcido y subvertido a aquella mujer soñadora, con
palabras que, al final, son colores y texturas. Una imagen re-creada,
transformada, convertida en historias. ¿Soñaremos con el castigo de «La gran
ola de Kanagawa» rompiendo en nuestras barcazas ficticias? Quizás no. Quizás
Hokusai se esté riendo en este mismo momento por haber provocado e inflingido
tanto erotismo a nuestras plumas. Erotismo al modo de George Bataille:
«Podemos decir
del erotismo que es la aprobación de la vida hasta en la muerte».
Aquí, apreciado/a
lector/a, encontrarás viscosidades y placeres varios bañados en sueños. Podrás,
incluso, aprender a cocinar el pulpo según varias recetas; o ilustrarte acerca
de las buceadoras de perlas que aparecieron en algunos textos de esta antología.
Sabrás, también, de escenarios marinos, intertextualidades grecolatinas, musicalidades,
guiños a Kafka, Lovecraft y Cthulhu, coqueteos con Chuang Tzu y con el
psicoanálisis. Los microrrelatos que hallarás aquí son como el aleph borgiano:
se reúnen todos los tiempos, pasado, presente y futuro; cronos y aión. No se
trata de una esfera, sino de tentáculos que se enredan unos con otros. Estos
brazos literarios, plenos de frescura, actúan en rebeldía. Se oponen a la moral
y las buenas costumbres, al temor al placer sensual y sexual y son,
definitivamente, un estallido de significados. Aquí no hay nada obsceno; es más
obscena el hambre y la guerra, las murallas fronterizas que impiden la entrada
a miles de migrantes, las matanzas, la ascención del fascismo, los femicidios
diarios. La literatura siempre será un acto de rebeldía y resistencia. Estoy
segura que esta antología no será censurada por aparatos estatales ni
eclesiáticos, como lo fueron El amante de
Lady Chatterley, de D. H. Lawrence, Lolita,
de Vladimir Nabokov, Madame Bovary,
de Flaubert, Persépolis, de Marjane
Satrapi, los escritos de Boccaccio, Marqués de Sade, Oscar Wilde, Henry Miller,
Cela, J.K. Rowling, por citar algunos ejemplos. Aunque más de alguien pondrá el
grito en el cielo: aquellas/os frígidas/os damas/os del jurado que aún pululan
bajo las piedras de la ignorancia. Y seremos acusados/as de incitar a la
zoofilia.
Los microrrelatos aquí
reunidos destruyen el cliché de lo erótico donde la mujer es castigada por
amar/gozar y reorganizan un sistema literario diferente y desprejuiciado.
Lilian Elphick
Enero de 2019