La casa tomada
Mi padre mal gastó su vida después de que murió mi madre:
alcohol, mujeres, televisión abierta, comida rápida y libros de autoayuda. Un
día por fin logró matarse. Lo hallé tirado en la sala de su casa con una nota
en la mano izquierda: “No olviden alimentar a mis demonios”.
Cuentos para niños
Hace algunos días fue revelada toda la verdad sobre los
escritos del afamado H. P. Lovecraft: “es un simple plagiador”. Un sacerdote
italiano descubrió el fraude al realizar un exorcismo. El demonio en cuestión
acusa al supuesto escritor por abuso de confianza: “sustrajo los cuentos de mi
pequeño Cw´lyts”, aseguró.
Desempleado
Cada noche, casi como una necesidad, le relataba un cuento a
su hijo. Sin embargo, esa noche el niño replicó enfurecido: ¡Los cerdos no
hablan! Al escuchar el padre aquella afirmación, cambió la historia de
inmediato; ahora él y su trabajo eran los protagonistas.
Rebelión
¿Coges o vuelas? El imperativo fue más que categórico.
Libertad antes que sometimiento, pensó, y se fue volando directo al infierno.
El séptimo día
Fatigado de escuchar su propia voz, se acostó a mitad de la
nada y contempló en silencio el destino de sus palabras.
Aviso oportuno
Se solicita punketo
para erradicar al sistema. Medio tiempo. Buena presentación. Traer currículum
elaborado.
Canibalismo
De uno en uno pasaban por un trozo de carne. Después,
insatisfechos y aburridos abandonaron la iglesia.
Antes de Perseo
Una vez al día se contonea frente a mí. No cabe duda, ¡tiene
unos senos hermosos! Lástima que fui un caballero.
Telegrama para
Unamuno
Soy Augusto. Renuncio. No quiero morir. Conseguí otra
novela.
Después de la fiesta, mi madre decidió hacer las paces con
mi mujer, su compromiso fue tal que, con un gusto nunca visto, le obsequió
"El almohadón de plumas" bordado con sus iniciales.
Fe de erratas
"Cuando la intertextualidad acabó
desbordándose en plagio, los académicos más ortodoxos optaron por citar todos
los textos" (Dios, ∞).
Apología de Nadie
Desde niño ha caído sobre mis hombros la
sentencia: "tú no eres nadie"; y ahora que estoy seguro de ser Nadie,
espero, con impaciencia, dejar ciego a mi primer cíclope.
Narcisolepsia
Yo soy un fiel partidario de la superación personal. Todas
las mañanas me levanto y le escupo al imbécil que se asoma por el espejo.
***
Yobany de José García
Medina (Estado de México, 1988). Es
licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas, FES-Acatlán (UNAM). Es miembro
fundador del Seminario Permanente de Metaficción e Intertextualidad
(FES-Acatlán) y ganador del 1er. certamen de minificción “Fantástica Lascivia”,
UNAM, 2013. Además de ser galardonado con el Premio Nacional de Poesía “Rogelio
Treviño” en 2017, con el poemario Sótanos
del insomnio.
Ha participado en
diferentes congresos nacionales sobre estudios literarios y ha publicado en
diversas revistas y antologías, tanto de creación, como de investigación, entre
ellas: Microtextualidades, Revista
Plesiosaurio, Antología virtual de minificción mexicana y Destiempos.
Además, se
desempeña como profesor de Literatura Universal y Lengua Española a nivel media
superior, e imparte algunos módulos en el Diplomado en Creación Literaria del
Centro de Integración Humanística (CUIH). Recientemente, ha sido incluido en la
Enciclopedia de la Literatura en México (Conaculta y FLM).