KATALINA RAMÍREZ AGUILAR: «EL DESCUBRIMIENTO DE UNA VENTANA»

 

Ilustración: Erika Kuhn

 

Odisea marítima

Todas las noches sueña que es agua; a veces solo un charco, a veces agua saltarina en una fuente, a veces un riachuelo o un chorro de agua vertido en un vaso; noche tras noche se sueña de formas acuáticas diversas, pero siempre tiene un mismo objetivo: llegar al mar. Y cuando está a punto de fundirse con sus olas, de rendirse al éxtasis marino, la despierta la ansiedad por las fugas y goteras, que cada vez son más persistentes. Ella sabe que se debe a sus sueños, pero el plomero no lo entiende y exige su pago. Los muebles también están dañados, las paredes llenas de humedad, y el contrato de renta está por vencerse, así que hoy ha tomado un somnífero, ha rociado loción de lavanda en su almohada, se ha puesto tapones en los oídos, y ha dejado la puerta abierta. Esta noche nada detendrá su viaje.

*Este microcuento aparecerá en su próximo libro, Nueva cartografía.

 

La bruja del pueblo

Nunca fue aceptada en su pueblo. Su don era tan odiado como ella. «Te resbalarás en la regadera y morirás», «Tu mamá le será infiel a tu papá esta noche», «Tu papá perderá su empleo la próxima semana», le decía a sus compañeros de la escuela, por lo que terminaron corriéndola, a pesar de que todo lo que decía se cumplía. Vivió su infancia y adolescencia encerrada, y su madre iba todas las tardes a la iglesia a pedir que su hija dejara de ver esas cosas. Cuando quedó huérfana y no había nadie que la siguiera encerrando ni manteniendo, ideó una forma para subsistir; desde entonces se sienta todas las mañanas afuera de su casa y ve pasar a la gente, y cuando de repente ve un accidente, una infidelidad o cualquier desgracia en su futuro, los llama, y ellos, por seguir viviendo su vida como la conocen, por estirar su felicidad lo más posible, le pagan por su silencio, para poder seguir desconociendo.

*Este microcuento aparecerá en su próximo libro, Nueva cartografía.

 

Vacuidad

A Berna

Beben pulque y comen helado sobre el cuerpo del otro; montes y orificios fungen como platos para servir el placer. Sus caras se metamorfosean, sus oficios se confunden; ora son un ama de casa y un chico que le ayuda a cargar las compras, ora un maestro y una alumna de yoga, ora un escritor y su editora, ora una arquitecta y el maestro albañil. Se olfatean, se reconocen y reinventan; se contraen, se extienden y distienden, se interpolan en tardes eternas en que exploran todas las experiencias humanas posibles y entonces, el cuerpo se vuelve escalera, por la que suben y suben hasta alcanzar el éxtasis final.

 

«Pareces una niña»

«Pareces una niña», escucha la mujer que se dicen entre hombres y mujeres, como si no supieran que una niña es la fogata que antecede al incendio de una mujer.

*Microcuento incluido en la antología MicroDecamerón, editada por Quarks Ediciones Digitales (2020).

 

El descubrimiento de una ventana

Despierta un día sabiendo que ya no es la misma, aunque no entiende por qué. Se mira en el espejo y todo parece seguir igual, hasta que se mete a bañar y descubre que en el lugar donde antes estaba su ombligo, ahora hay una ventana. ¿Cómo pudo llegar ahí una ventana? y peor aún, ¿para qué? Se encuentra en medio de estas cavilaciones cuando recuerda que su luna se ha retrasado algunos días, así que espera ilusionada a que el astro cumpla ocho ciclos más —hasta que en el lugar donde antes estaba su vulva ahora hay una puerta— para poder conocer al habitante de la casa en que se ha convertido.

*Microcuento incluido en la antología MicroDecamerón, editada por Quarks Ediciones Digitales (2020).

 

Verdadera naturaleza

Las sirenas, a diferencia de lo que cree la gente, son presas a medio digerir de peces hambrientos; su canto, en vez de malévolo, es agonizante.

*Microcuento incluido en Música primigenia, editado por Fomento Editorial de la BUAP (2018).

 

Vocación arbórea

—¿Y tú quién eres?

—¿Yo? Yo soy un árbol.

—¿Cómo que un árbol? ¿Pos qué estás pendejo?

—Dime pendejo, pero estoy bien seguro que más que hombre soy árbol.

Y Demetrio se fue, arrastrando sus raíces, a buscar un lugar más fértil.

*Microcuento incluido en Música primigenia, editado por Fomento Editorial de la BUAP (2018).

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Katalina Ramírez Aguilar (1990) nació en Puebla, estudió la licenciatura en «Literatura y Filosofía» y un diplomado en «Edición y comercialización de libros», el cual ella misma gestionó, en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Ha organizado eventos masivos de fomento a la lectura, como la primera Feria del libro infantil en Puebla, talleres de edición, entre otros. Ha trabajado como editora en edaf, de manera independiente, y actualmente dirige la editorial Cariátide. Ha impartido clases de Literatura y de Edición. Escribe microcuentos y poemas, y ha publicado textos de dichos géneros en una decena de antologías —siete internacionales—, y en revistas nacionales. Su primer libro de poesía —bilingüe español-náhuatl—, publicado por la editorial 3 norte y la Universidad Iberoamericana, se intitula Lengua soy, y su primer libro de microficción, publicado por la Buap, Música primigenia. Se encuentra incluida en la Enciclopedia de la Literatura en México y la Antología Virtual de Minificción Mexicana.