Fotografía de Juan Yanes |
Tina de baño
—Ya sabés, si cae cara entrás acá y salís de ese patético lugar. Por otro lado, si cae cruz te dejaré de molestar y me iré para siempre.
Con su mano temblorosa lanzó la moneda, dio varios giros en el aire hasta caer en la superficie del líquido.
— ¡Cayó cruz antes de hundirse!
—Desde donde yo lo veo, cayó cara —le dijo su reflejo en el agua.
Cuando los rescatistas levantaron el cuerpo de la bañera encontraron una moneda tapando el desagüe.
Revista El Hilo Azul, 2017)
Al adentrarse con la lancha en el océano, los dos amigos hablaban preocupados sobre los terribles asesinatos que agobiaban su tranquilo pueblo. No podían imaginarse el porqué de las atrocidades hechas a esas hermosas mujeres. Distraídos, se vieron envueltos en una espesa neblina, uno de ellos entrecerrando los ojos distinguió una figura y detuvo el motor de inmediato, se asomó y revolvió la superficie del agua con la mano. El otro intentó tomar la red de pesca que se encontraba aplastada por la hielera. No pudo levantarla por el inusual peso y sus dedos se deslizaron descubriendo la tapa; espantado gritó al ver el contenido, pero un golpe posterior lo dejó inconsciente.
—¿Me trajiste las piernas, querido? —dijo la sirena mientras el hombre la subía al bote.
(Antología Brevestiario, 2021)
Renuncia
Su horror comenzó con un halago: ¡Qué lindos ojos tenés!
Su alivio: unas gafas negras y un perro guía.
(Revista El Hilo Azul, 2017)
Engaño
Distrae a la víctima con halagos mientras agrega los huevos de larva en su bebida. Al final de la noche, le declara su amor asegurándole que es el único que le hace sentir mariposas en el estómago.
(Revista El Hilo Azul, 2017)
Desengaño
Después de realizar la autopsia, se confirmó que un enjambre de larvas lo devoró por dentro. Según los médicos, las mariposas involucionaron tras la decepción amorosa.
(Revista El Hilo Azul, 2017)
Cinéfilo
Tras el aparatoso accidente y mi encuentro con la muerte, tuve la certeza que justo antes de morir, nuestra vida se nos proyecta como una película, con detalle vemos la cotidianidad de nuestros días.
Qué terrible película; la trama era un asco, las actuaciones eran lamentables, los escenarios sin brillos. ¡Vaya el aburrimiento que pasé! Por suerte, sobreviví para meterme en grupos mafiosos, asaltar bancos, traficar drogas, derrapar en carreteras perseguidos por policías. ¿Qué puedo decir?, siempre admiré a Tarantino.
Eco de sentencia
—¡La comida!
—Sí, amor.
—Rápido o te mató.
—Perdón, amor.
—Si hay otro, te mato.
—No, amor.
Parloteaban las loras incansablemente luego de engullir las pocas semillas que les quedaban en sus recipientes. En la sala, el cuerpo de su dueña empezaba a descomponerse sin haber creído las amenazas de su verdugo.
(Los Escribidores, 2020)
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Kras Quintana (1991) minificcionista y
cuentista nicaragüense, ha participado en diferentes talleres literarios de
narrativa. Ha publicado en revistas en México, Nicaragua, Colombia y Guatemala.
En antologías en México, Chile, ECOS antología centroamericana, Colombia y
entre otras participaciones literarias. Co-creador de la plataforma BreveMente
espacio para la minificción.