ΧΙΙΙ CONGRESO INTERNACIONAL DE MINIFICCIÓN/ TESALÓNICA, GRECIA 2026


 

ΧΙΙΙ  CONGRESO INTERNACIONAL DE MINIFICCIÓN

Μinificción e intertextualidad

Tesalónica, del 7 al 9 de octubre de 2026

En particular, el XIII Congreso de Minificción examinará diferentes aspectos, temas, técnicas, características, etc., de este género, dando especial énfasis al fenómeno de la intertextualidad en el discurso literario. Se insta a que las propuestas pertinentes se coordinen con uno o varios de los siguientes ejes temáticos que cubren puntos críticos de encuentro entre la minificción y la intertextualidad, sin por supuesto agotarlos.

  1. Perspectivas históricas sobre el estudio de la relación entre minificción e intertextualidad.

  2. La minificción como enfoque interdisciplinar, estudio e interpretación. Tendencias y perspectivas actuales.

  3. Minificción en el filo de diferentes géneros: entre la poesía y la prosa.

  4. Enfoques nacionales, transnacionales, comparativos, sincrónicos y diacrónicos de la minificción.

  5. Los estudios interartísticos e intermediales en programas de escrituras, interpretación y uso de la minificción.

  6. La intertextualidad a la luz de las tecnologías digitales para la escritura, la lectura y el estudio de la minificción.

  7. Minificción y producción contemporánea: ¿de la intertextualidad al hipertexto? El futuro de la minificción.

 

 

 

PROPUESTA DE PARTICIPACIÓN

 

Ι. Título de la propuesta y eje(s)  temático/os

 

II. Resumen de la propuesta (hasta 300 palabras)

 

III. Bibliografía

 

IV. Lengua de trabajo

A.  Español

B. Inglés

 

V. Presentación

A. In situ  

B. Por vía telemática

 

VI. Datos personales y de contacto

Nombre y apellido(s):

Institución:

Fecha de nacimiento:

Dirección postal:

Correo electrónico:

Teléfono:

Ciudad/País:

 

VII. Perfil biográfico y profesional (hasta 100 palabras):

 

 

* Las personas interesadas deben enviar su propuesta antes del 31 de diciembre de 2025 a la dirección de correo electrónico del congreso 13microfiction@gmail.com
 
MÁS INFORMACIÓN, AQUÍ.

SERGIO BORAO LLOP:«MOEBIANA»

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EN DÍAS COMO HOY

 

En días como hoy, la verdadera dificultad estriba en levantarse de la cama.

Desayunar, ducharse, fumar un último cigarillo, recibir la visita de un cura desconocido, dejarse conducir mansamente hasta el patíbulo, apenas son protocolos insignificantes.

 

MOEBIANA*

 

Para verificar que venía siguiéndome, ensayé itinerarios imposibles. Así, ejecutamos con precisión idénticos vaivenes, idénticas elipses, recortes y tirabuzones. Recorrimos extraños vericuetos, laberintos y desiertos. Inventamos rutas, estaciones y nombres de ciudades.

Como era previsible, nos perdimos; y lo que es peor: Después de tantas vueltas inútiles, ya ni siquiera sabemos quién es el perseguido y quién el perseguidor, ni qué motivó esta situación, ni adónde nos dirigimos.

 

*Moebiana. De Moebius. La banda o anillo de Moebius es una superficie de un sólo lado, donde envés y revés son la misma cosa.

 

ESCRITO EN LA ARENA

 

Un poeta está en una isla desierta, sentado junto a unas rocas. Sabe que jamás saldrá de allí. Que nunca volverá a tener contacto con ser humano alguno. Quisiera llorar. Quisiera escribir, pero carece de papel o lápiz.

Entonces gira la cabeza hacia su izquierda. Ve, en el suelo, algunas ramas caídas, en el límite de la zona boscosa. Se incorpora, toma una de ellas, en apariencia bastante sólida, y camina hasta la arena.

Mira el mar, que le devuelve un destello y un rumor de olas. Como un mensaje de comprensión y fatalidad. El poeta sonríe, apenas una mueca de resignación. Sabiendo que la marea lo borrará todo en unas pocas horas, empuña la rama y comienza a redactar una palabra.

 

ANTES DEL FIN

 

Cuando subía por última vez la cuesta en dirección al Puente de Piedra, me abordó una jovencita. Explicó que su moto la había dejado tirada y necesitaba un euro para gasolina. Conté lo que llevaba en mis bolsillos: Dos euros y algunos céntimos. Se lo di todo. Ella protestó. Yo insistí. Finalmente aceptó y se fue cuesta abajo, balanceando un pequeño bidón de plástico y canturreando algo que no supe identificar. La miré mientras se alejaba. Un par de veces se volvió, agitando la mano libre en señal de despedida. Parecía feliz. Su horizonte era el lugar donde su moto la pudiese llevar con ese euro de gasolina. Sentí que el escenario había cambiado, que ya no podía hacer aquello para lo que había venido hasta el río. Que no tenía derecho mientras esa mujer siguiese caminando por el mundo con su bidoncito para gasolina y esa tonta canción germinando obstinada entre sus labios.

 

PENÉLOPE ILUSTRADA

 

Una mujer está leyendo un libro. Desde el primer momento, las imágenes, los nombres, los sucesos allí narrados le resultan familiares.

Gradualmente va percibiendo que ese libro contiene la historia de su vida.

Comprende también que, cuando llegue a la última página, morirá.

Tal vez por eso, cada noche, cuando ya está dormida, su mano sale de la cama, tantea con cuidado la superficie de la mesilla, coge el libro y, sin que nadie lo advierta, cambia de lugar el marcapáginas.

 

PAISAJE

 

Era ya la cuarta o quinta vez que le veía ahí sentado, bajo la primera arcada del Puente de Piedra, contemplando el río o tal vez las torres del otro lado. Una hora más tarde volví a pasar y ahí seguía, en la misma postura.

Así que me acerco y le digo:

—¿Qué hace?

Él me mira sin amabilidad. Tarda, pero al fin responde:

—Estoy pintando un cuadro.

—¿Del río? –pregunto- ¿De la Basílica?

—No —dice después de un rato. —Yo, soy el cuadro.

 

AJEDREZ O REY

 

La casa está en lo alto de una escalera de piedra.

La vieja escalera baja hasta una calle estrecha.

La calle desemboca en una plaza habitada por breves y coloridos jardines, farolas y palomas.

En la plaza nace una avenida.

La avenida conduce al parque.

En el parque hay niños que juegan, perros corriendo, ancianos leyendo la prensa, madres agobiadas, mendigos, desocupados, algunos jóvenes que han faltado a clase, uno o dos guardias y, en el centro de todo, dos hombres muy serios que disputan una partida de ajedrez.

Diríase que mientras ellos meditan, el tiempo se detiene. Diríase que cada movimiento produce consecuencias de alcance insospechable. Tanto es así, que el simple eco que nace del avance de un peón blanco (la mano del jugador lo está empujando hacia la siguiente casilla) puede ser el envés de la corneta homicida que en ese mismo momento, en otro lugar, desata un frenesí de fuego y horror que se va extendiendo por la altiplanicie hasta llegar a la remota aldea donde un durmiente anónimo sueña una casa en lo alto de una escalera de piedra.

 

***

Sergio Borao Llop

Narrador y poeta. Nacido en Mallén (Zaragoza, España) en 1960.

Miembro de Poetas del Mundo, del directorio REMES, del movimiento internacional Los Puños de la Paloma y del Club de Cronopios.

Colaborador habitual o esporádico en varias revistas y boletines electrónicos (Inventiva social, Isla Negra, Gaceta Virtual, Con voz propia...). Presente en diversas webs de contenido literario (Letralia, EOM, Almiar Margen Cero, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes...) así como en algunos programas radiofónicos.

Fue finalista en los certámenes de poesía y relatos Ciudad de Zaragoza (1990) y durante un tiempo administró el blog Al_Andar, homenaje a las voces clásicas y muestra de algunas de las voces de hoy.

Página web.

Obra publicada: EL ALBA SIN ESPEJOS (relatos) (Literatúrame, 2013);LA MANO EN LA PALABRA (selección y prólogo) (MediaIsla, 2015);DESDE LAS PROFUNDIDADES (prólogo) (Black Diamond Ed. 2013).

 


 

ÁNGEL OLGOSO: «ASTERISMOS DE LA CONSTELACIÓN DE LA OSA MAYOR»

 

Sidney Hall

 

A Lilian Haydée Cheruse

 

 

Uno está hecho a lo suyo, decía García Pavón, y no hay manera más dulce de irse yendo que sobre el carro de la rutina. Sin embargo, en mi opinión, las profundidades de la familiaridad suelen ser confortables pero sofocantes, y podemos aliviar la espera con algunas ampolletas de sorpresas, con pequeños viales conteniendo la mixtura de lo extravagante, con los someros esplendores de lo feérico, de lo ignoto, con la vegetación suave de lo erudito. En nuestras desdichadas o mezquinas vidas, en nuestros destinos banales o crueles, nos puede aguardar por doquier -si no la salvación- al menos el consuelo en forma de belleza, de arte imaginativo, de compasión, pero también con los ropajes del despropósito, de la noticia curiosa, en el contacto con lo que no acertamos a ver o con lo que no existe. Además, todos tenemos acceso cada noche al Otro Mundo mediante los sueños, visitados regularmente por sus obsequiosas visiones o por sus desatinos, omnipotentes a la vez que indefensos como un sultán en un serrallo, como sir Thomas Browne elaborando el inventario fantástico de su Biblioteca Abscondita, como Ford recopilando creencias y hechos insólitos a lo largo del mundo, como Lafcadio Hearn pronunciando su exaltado credo: "Hago voto de entregarme a lo Extraordinario, lo Excéntrico, lo Extraño, lo Exótico, lo Monstruoso".

Agruparé aquí una pequeña muestra de estos caprichos, de estos apólogos de enseñanza incierta en coordenadas informales, al modo de esas estrellas menores que se conectan mentalmente a líneas, a patrones, a figuras astronómicas de vida efímera.

 

 

ALIOTH

 

La cantiga 103 de Alfonso el Sabio cuenta la historia de un monje que ruega a Nuestra Señora para que le permita probar, en vida, las delicias del paraíso. Una tarde, paseando por el jardín del monasterio, ve una fuente de agua cristalina y oye el canto de un pajarillo que le deleita. Al retornar al monasterio, creyendo que era la hora de la cena, se encuentra todo cambiado; le dicen que han transcurrido trescientos años desde su paseo.

 

DUBHE

 

El 18 de enero de 1949, un americano, James T. Mangan, registró una escritura con el notario de Cook County en Irlanda y, acogiéndose a la autoridad del procurador estatal, reivindicó la posesión del espacio en su totalidad. Después de dar a tan vasto territorio el nombre de Celestia, Mangan notificó su reivindicación a todos los países de la Tierra, les previno para que no intentaran hacer ningún viaje a la Luna y pidió a las Naciones Unidas su inclusión como miembro.

 

ALKAID

 

En la costa norte de Europa se cuenta la historia del joven que ve una manada de focas nadando hacia una playa desierta bajo la luna llena. Las focas se despojan de su piel para mostrarse como hermosas jóvenes que danzan desnudas en la arena. El joven roba una de las pieles, lo que impide que su propietaria vuelva a tomar forma de foca. Se casa con ella y tienen un hijo. Pero ella busca sin cesar la piel que ha escondido su marido. Un día caluroso, su hijo humano le dice: "Oh, madre, esta cosa hermosa que he encontrado en el viejo arcón de la cebada es más suave a mi tacto que la niebla". Rápidamente, la mujer foca se pone la piel con destreza, se dirige a la playa y, decidida, con un chapuzón, se aleja cantando melodiosamente su alegría marina por las frías aguas del océano.

 

MEGREZ

 

En un antiguo icono cananeo, aparece un rey eyaculando sobre la tierra bajo una palmera sagrada (Tamar). En las pinturas de las cuevas de Domboshawa (Rodesia del Sur) también un rey astado vierte su semilla para estimular la fertilidad del mundo, mientras una sacerdotisa que yace próxima a él imita su estertor.

 

MERAK

 

Borges habla a Bioy de un capítulo que Cervantes cuidadosamente evitó: Quijote se pasa la vida peleando, pero no mata a un hombre. ¿Qué pasaría si matara a alguien? ¿Enloquecería del todo o se curaría de la locura? ¿O entendería que su locura fue simulada? Sancho se entusiasmaría; le diría que ha matado a un caballero de nombre impresionante; Quijote, con tristeza, le replicaría que no, que mató a su vecino fulano de tal, hijo de tal y casado con tal; y que haberlo matado es horrible. No habría que escribir ese capítulo con afectación arcaica -diz que, etc.-; a Cervantes no le interesaban esas cosas; habría que escribirlo lisamente.

 

MIZAR

 

El paisaje de Lárnaca le evoca a uno la "geometrización" del Dios de Platón: colinas bajas, conos casi perfectos, de cima aplanada, que sugieren los objetos euclidianos que se encuentran en los estadios del arte. ¿Erosión eólica? Pero el grupo de montículos geométricos parece hecho a mano. Y los valles alfombrados de ovejas de gruesa cola, de verdes sembradíos y, aquí y allá, una procesión de camellos y una palmera. Una extraña mezcla de sabores: la Biblia, Anatolia y Grecia.

 

PHAD

 

Roberto Calasso recuerda una estrambótica conversación entre Baudelaire y el pintor Méryon, al que Baudelaire deseaba proponerle una publicación que los asociase en palabras e imágenes, pues veía en Méryon cierta afinidad, la de vivir en un territorio inaccesible, lejos de la sensatez. Méryon pregunta a Baudelaire si conoce a Poe. Baudelaire le dice que lo conoce "mejor que nadie". Méryon prosigue, impertérrito. Pregunta a Baudelaire si cree que "ese Edgar Poe existe de verdad". Baudelaire pregunta, estupefacto, a quién si no "atribuía todos sus cuentos". Méryon: "A una sociedad de literatos muy hábiles, muy poderosos y al corriente de todo". Después sigue argumentando, según sus criterios inescrutables.

 

ALCOR

 

Los recogedores de fresa de Terranova eran a menudo extraviados por la Buena Gente, para ser descubiertos más tarde desaliñados, magullados y con amnesia. Sólo al cabo de cierto tiempo empezaban a recordar lo que sucedió: la música sobrenatural que los atrajo, la danza a la que fueron arrastrados. Otros vuelven después de años de ausencia, apenas reconocibles o terriblemente envejecidos.

 

TALITHA BOREALIS

 

Anuncio del doctor Van Butchell publicado en el St. James's Chronicle: "Van Butchell, que no desea estar sometido a circunstancias desagradables y sí convencer a algunas buenas personas de que han sido mal informadas, hace saber a los curiosos que ningún desconocido puede ver a su esposa embalsamada a menos que se la presente él mismo (a través de un amigo personal) todos los días entre las nueve y la una del mediodía, excepto los domingos".

 

TALITHA AUSTRALIS

 

El demonio Titivillus -patrón de los escribas- inducía a los cajistas a cometer errores durante la composición de los textos que iban a ser impresos. Un demonio que recordaba y que vigilaba a los que incurrían en mala pronunciación, omitían sílabas y palabras enteras o arrastraban yerros en la copia de un manuscrito a otro. Los libros con erratas eran introducidos en el cesto que llevaba a la espalda y todas las noches anotaba los nombres de los cajistas e impresores de la edición para reclamarles en el Juicio Final los descuidos cometidos.

 

AL KAPHRAH

 

Los Ermitaños Decorativos se presentaban tras leer un anuncio en el periódico ofreciendo un salario vitalicio de 50 libras al año a cualquier hombre que viviera siete años bajo tierra, sin ver a ningún ser humano y sin cortarse el pelo la barba y las uñas de pies y manos, con aposento subterráneo muy cómodo, baño de agua fría, órgano de cámara, tantos libros como deseara y víveres procedentes de la misma mesa del caballero benefactor.

    

MUSCIDA

 

El cuento Blagdaross de lord Dunsany es una historia alegre sobre la melancolía de los objetos que fueron útiles. En un final de esperanza y resurrección, unos niños devuelven la ilusión a un viejo caballito de madera, que exclama: "¡Aún soy Blagdaross!". Ser Blagdaross equivale a ser Bucéfalo y Rocinante, a ser cabalgado por Alejandro, por San Jorge y por Orlando. Porque mientras haya niños, mientras haya hombres, habrá sueños, y aunque en nada queden, nada puede quitarles el placer de haber soñado.

 

ALULA

 

Álvaro Cunqueiro consigna que solamente las "aguas de la luna" de Taliesin y el zumo de los melocotones de oro de los chinos permiten a los drogados soñar en color.

 

TANIA BOREALIS

    

La madrugada del 15 de abril de 1912, el Titanic se hundió por culpa del sobrepeso de los viajeros del tiempo que se habían trasladado allí para asistir al naufragio.

 

TANIA AUSTRALIS

 

Uno de los estilizados monstruos que Juan Rodolfo Wilcock describió en su muestrario de seres asombrosos: Anastomos está todo hecho de espejos, más pequeños en el rostro, más anchos en la espalda y en el pecho. También los ojos son espejos, gruesos espejitos móviles y azules en los cuales nos vemos reflejados sobre un fondo turquesa como en un cielo feliz, como en aguas irresistibles. A la luz del sol, en la playa, es una aparición tan deslumbrante que la gente se queda con la boca abierta y no se atreve a acercarse, dominada por una mezcla de terror y de fascinación como frente a algo sagrado e intocable; sólo los niños corren tras él. Cuando después entra en el mar, en medio de las olas espumosas, es tal el reverbero recíproco de destellos irisados de los espejos a las gotas y de las gotas a los espejos que es como ver a una divinidad primordial de forma humana surgir del agua y del fuego al mismo tiempo. Y quizá sea una divinidad, porque no está concedido a los hombres ser tan bellos. En sus espejos vemos reflejadas aquellas cosas que verdaderamente, sin hipocresía, amamos; no las cosas humanas, tan abrumadas por la caducidad y por el cambio, sino los árboles y las nubes, los pájaros y las flores, las cascadas y las islas, los astros y las llamas, todo lo que en nuestra mortalidad sentimos como eterno, y que no amaríamos si no lo sintiésemos, oscuramente, intocable. Con su piel de espejos, Anastomos es para nosotros la geometría, y por ende la música.

 

LALANDE

 

La erección permanente puede conseguirse -según Hemingway- golpeándose en un accidente la duodécima vértebra.

 

CHALAWAN

 

Cuando el conde Sternberg, un noble austríaco viejo e ingenuo, estaba en su lecho de muerte, el capellán le instó a confesarse. El conde, tras devanarse los sesos durante un rato, dijo que no recordaba nada digno de confesión. "Vamos, algunos pecados habréis cometido en vuestra vida". Tras una larga pausa, perplejo, el conde dijo: "He abatido unas cuantas liebres", y expiró.

 

SIDUS LUDOVICIANA

 

En las mismas páginas en las que Lichtenberg anota que en la ciudad de Brunschwig alguien pagó una fuerte suma, en una subasta pública, por una peluca confeccionada con los cabellos íntimos de una joven, se pregunta también qué es el hombre dormido: un verdadero vegetal; parece necesario que la obra maestra de la creación, se convierta todas las noches en una planta para funcionar como obra maestra de la creación durante el día. La historia sólo incluye testimonios de hombres despiertos. ¿Acaso son menos importantes los relatos de los dormidos? Toda nuestra historia se limita a la historia del hombre en estado de vigilia. A nadie se le ha ocurrido todavía la posible historia del hombre dormido.

 

POLARIS

 

Claramente, siempre he sido de los que prefieren un sabroso toque de delicioso asombro a la insipidez de una explicación racional, de los que gustan bordar portentos o desvaríos sobre la trama mediocre de la vida ordinaria, de los que se deleitarían ante aquella mandíbula de lucio que al parecer contiene una descripción completa de la Batracomiomaquia, la batalla homérica entre ranas y ratones. No es preciso recurrir a los estados de conciencia, ni a una labor interdisciplinaria de la psicología, la antropología o la neurofisiología: nadie recela de que contar historias sea sanador para el alma; de la imaginación como cartografía, como modo primigenio que tiene el hombre de entender el mundo, de sentir la evanescencia de lo real a pesar de sus sólidos contornos; de que la inclinación por las imposibilidades, de que el deleite por lo estrafalario, por lo peregrino, por lo ocioso, por la ensoñación en suma -con su caos liberador, su vuelo liviano y titilante a través del espacio y el tiempo- son una pulsión atávica, un placer innato e irrenunciable para nosotros, descendientes de los misteriosos Néfilim del Génesis, de los gigantes anteriores al Diluvio llegados de otro mundo y que "se unieron a las hijas de los hombres".

 

El capítulo “Asterismos de la constelación de la Osa Mayor”, pertenece al libro Madera de deriva, de Ángel Olgoso (Libros del Innombrable, España, 2025).

 


 

 

***

 

Ángel Olgoso (Granada, 1961) es uno de los autores de referencia del relato breve y fantástico en español. Ha obtenido más de treinta de premios, entre los que destaca el Caja España de Libros de Cuentos y el Clarín de relatos convocado por la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Relatos suyos se han incluido en más de una docena de antologías del género. Ha sido traducido al inglés y al alemán.

 

 

Fuente: Páginas de espuma.

 


 

SOBRE «ASTERISMOS DE LA CONSTELACIÓN DE LA OSA MAYOR», DE ÁNGEL OLGOSO.


 

 

Por Lilian H. Cheruse

                       

Ángel Olgoso ha trocado ese "carro rutinario" que menciona García Pavón, refiréndose a  la vida cotidiana, en un carro cósmico: la constelación de La Osa Mayor, y lo configura como eje de este reflexivo texto central de su último libro Madera de deriva(Libros del Innombrable, 2025). Nuestro escritor ejemplifica su postura con la cita  de otros escritores y así, en vuelo narrativo, estructura un ensayo para combatir ese aburrimiento propio de “nuestras desdichadas vidas” y propone un sorpresivo viaje por el mundo de la creación. Nos invita a transitar por el misterio  donde la realidad y los sueños se combinan,  a correr tras nuestros límites, tras la imprecisión de lo fantástico, a bucear el “despropósito” y la “noticia curiosa".                                                                                                        

El  título del texto y los nombres de los relatos que integran esta especie de micro-libro simbólico se corresponden  con los asterismos de esa Osa de estrellas  que dotará a este mix de rutilante brillo. Una metáfora perfecta del poder de la palabra recreando belleza, volviendo extraordinario lo anodino,  como dice la cita de Lafcadio Hearn. Ángel, escritor artesano de la ficción, le ha adosado astros al andar de los hábitos para darle vuelo y espacio. Esos puntos resplandecientes transforman la visión. Alguno visible como la  estrella Polaris, otros más débiles a simple vista pero todos parte de esa trama de cuerpos celestes con diferente magnitud y color. Luz  naranja, amarilla o blanca, cuerpos  finitos en el tiempo pero inmersos en la infinitud de la ficción. Están Borges, Bioy  y Cervantes en “Merak” a modo de intertexto reafirmando esa realidad-sueño inseparable o deslizables entre sí que Olgoso configura desde su idónea mirada de hombre-escritor. Un texto articulado con vastos conocimientos e información. Las breves piezas poseen notas de curiosidad. Algunas son objetivas con el dato real y se completan con la personal visión olgosiana. Pertenecen al anecdotario del tiempo pasado, como “Dubhe”, “Megrez”, “Phad”, “Talitha Borealis”, “Al Kaphrah”. Otros construyen símbolos  a través de la leyenda y el mito (“Alkaid”, “Alcor”, “Mizar”) o del  texto literario, dignos homenajes a sus autores, por ejemplo “Alioth”, “Muscida”, “Tania Australis”. Nuestro autor también teje sus propios relatos: “Mizar” es la célula  de “Asterismos  de la Constelación de la Osa Mayor”. Hay un impecable desarrollo de forma y pensamiento donde se recrea el dios de Platón como referencia filosófica-cosmogónica. Las civilizaciones se tocan desde el mito y lo sagrado. Convergen en un punto como signos de la estética y la existencia. En “Tania Borealis” trastoca el final  dramático del Titanic con un micro de ficción e ironía. En  “Polaris”, la cola de la Osa, la más visible de la constelación y cercana al Polo Norte remata con su conclusión final, reafirma el valor de “contar historias”, “el deleite por lo estrafalario…”, la “pulsión atávica”, y los anuda a una afirmación  sobre los Nefilim. ¿Ficción?

En “Asterismos…” delibera sobre el rol del escritor y la técnica para jugar con el espacio-tiempo, conjuga las especias que condimentan los  sinsabores de la vida a través de la literatura. 

La estructura de “Asterismos de la Constelación de la Osa Mayor” nos prodiga un cosmos, un marco original creativo, poético y reflexivo del firmamento narrativo.

Sabemos que, de niño, las luciérnagas, como luces de la noche, fueron sus silenciosos testigos del misterio. Ellas, titilando guiños, alimentaron la imaginación de Ángel Olgoso, a tal punto que las ha trocado en estrellas e iluminan el cosmos en sus textos  con su presencia.

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Lilian Haydee Cheruse: Profesora en Letras, Escritora y Gestora cultural. Nació en Baradero y reside en Rosario, Argentina. Culminó su carrera administrativa  como Directora General de la Comisión de Cultura y Educación del Honorable Concejo Municipal de Rosario. Postgrado internacional de Cultura y Comunicación (Flacso. Argentina).

Sus obras literarias fueron declaradas de Interés Municipal. Recibió reconocimientos por su labor Cultural. Ha escrito literatura Infantil. Cuentos, microrrelatos y poesía. Ha participado en antologías internacionales y reseñado  o prologado obras de otros autores argentinos y extranjeros.

 


 

 

KARLA I. HERRERA: «NESCIENCIA»

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LECCIÓN APRENDIDA

Aquella tarde sombría, la empleada pública se disponía a emprender una labor asignada en otro despacho gubernamental. De manera que dejó sola su oficina por un instante, entretanto se arreglaba para salir. Al volver notó que su cartera había desaparecido, sin que pudiera entender cómo habían entrado a su pieza, aun con la puerta cerrada con doble llave. Días después encontró algunos de sus documentos personales adheridos a la pared de un baño unisex y un mensaje en letras mayúsculas que rezaba: «Bobalicona, la próxima vez no te confíes en la cerradura, aunque tenga doble, triple o cuádruple seguridad. Fíjate en las bisagras y el marco de la puerta de entrada a ese o a cualquier recinto de tu entorno. Nunca desestimes los detalles». Tarde comprendió que debió ser más precavida y menos distraída.

 

REMEDO NUTRICIONAL

Se cuidaba de no comer en exceso, de ingerir una cantidad proporcional de vegetales, de frutas, al tiempo que procuraba beber varios vasos con agua durante el día. Iba al gimnasio de tres a cuatro veces por semana y con regularidad vigilaba su peso corporal. Estaba convencido de que llevaba una vida sana y de seguir al pie de la letra una dieta balanceada. Sin embargo, ignoraba que comía demasiados carbohidratos, cuya ingesta había alterado los niveles de colesterol total, de HDL, LDL, de triglicéridos y de azúcar en la sangre. Lo supo cuando visitó al especialista en nutrición, quien le dijo que si no mejoraba su alimentación y su metabolismo, podría sufrir, en cualquier momento, un infarto de miocardio. Y, por si fuera poco, que ya padecía de diabetes tipo dos. Su vida, sin sospecharlo, corría el peligro de extinguirse, como ya se había presentado de poco en poco con la insulina de su páncreas.

 

LA TRAGA PALABRAS

Cada que alguien hablaba, ella debía estar allí, en medio de los adultos, del vendedor, de la vecina, del amigo e inclusive de la visita inoportuna. Le fascinaba tragar palabras, estar de metiche, oyéndolo todo para saborear y aprender los sonidos que aún no era capaz de pronunciar. Esa chiquilla era de lo más impertinente, de lo más atrevida, a tal extremo que al notar su presencia, era corrida de inmediato.

—¡Andáte de aquí, chavala! Dejá de escuchar las conversaciones de los mayores, andá estudia, ponte hacer algo de provecho.

Al crecer, en plena madurez, fue la más locuaz, la más extrovertida, la que deslumbraba con su vasto vocabulario y con sus destrezas de oradora.

 

AUTODESTRUCCIÓN

Priya maltrataba a su madre de una forma y de otra. No tardó en acabar con su vida a punta de lesiones y de insultos. Contrario a lo pensado, la mujer siguió con su racha de vicios y de excesos. Una noche, en medio de sus orgías, creyó ver a su progenitora con su vestimenta ceremonial, esta vez más decidida que de costumbre. Sintió que la miraba con piedad, con la compasión que nunca tuvo hacia ella y que ésta trataba de ayudarla, mientras otros seres atormentados la asediaban con vehemencia. Ahí volvió en sí y supo que se hallaba en el limbo del remordimiento y de la autocensura, pero ya era demasiado tarde, puesto que también había corroído los despojos de sí misma y de su eventual acompañante.

 

Fuente: Textos inéditos. Segundo libro de microficciones, 2023-2025.

 

 

EL AUTOENGAÑO 

 

Sufría de delirios, de alucinaciones al estilo de Juan Pablo Castel. Como este personaje de Sábato, estaba convencido de que su mujer le era infiel con otro hombre, en este caso, con un forastero proveniente de Extremadura. Por eso la seguía a todas partes, la vigilaba sin que ella lo intuyera o siquiera imaginara su desasosiego. Un día estuvo a punto de estrangularla hasta que se dio cuenta —en medio de su paranoia— que quien la apretujaba y la besaba con frenesí era él mismo. La sombra difusa que se proyectaba en sentido oblicuo reflejaba una doble silueta.

 

 

TRIÁNGULOS 

 

Jaén cuidaba de sus cultivos como de sus hijos y felinos, juntos conformaban su Santísima Trinidad que protegía e idolatraba. De unos y de otros profesaba un amor ilimitado y por todos imploraba con devoción a las divinidades. Había, sin embargo, un cuarto elemento que mantenía en sigilo y que intrigaba tanto a la familia como a su hueste de amistades. Pocos conocían la razón por la cual Jaén permanecía largas jornadas en sus invernaderos y casi nadie sabía de su pasión oculta: la cría de insectos considerados “depredadores”, pero que, en realidad, eran y son benéficos para la agricultura, ya sea en pequeña o en gran escala y con cuya función profiláctica, el aludido había logrado controlar las plagas que acechaban a sus plantaciones. De suerte que las catarinas (mariquitas), los ciempiés y los escarabajos, no eclipsaban ni competían con sus querencias, más bien completaban otra sagrada trilogía.

 

NESCIENCIA 

 

Trabajó en la Biblioteca Central de un país insular, en cuyo organigrama no existía el Fondo Reservado ni una Fonoteca, apenas las colecciones de Referencia, General y una pequeña Hemeroteca. En una ocasión, mientras revisaba un promontorio de papeles, encontró un folio amarillento, raído, carcomido por la polilla y estampado con una rúbrica entre señorial y heráldica. Inocencio no se inmutó, no le dio ninguna importancia, sin saber que se trataba de un verdadero incunable. De modo que no pudo distinguir a tiempo lo que era y lo traspapeló. Él ignoraba acerca del valor histórico e institucional de aquel pliego que daba cuenta del arribo de los peninsulares a dos ínsulas de las Antillas Mayores: a las costas de Juana (Cuba) y de Santiago (Jamaica), lo mismo que de reales provisiones emitidas circa S. XV por los reyes de Castilla y Aragón.

 

EXTREMISMOS 

 

Todo transcurría entre el tedio y la negatividad. No se casó, nunca tuvo hijos, no amó ni fue amado. Por si fuera poco, no tenía documentos oficiales de identificación, no sabía conducir, tampoco podía leer ni escribir. No tenía trabajo estable, casa propia ni dinero alguno y nunca viajó más allá de la cuadratura de su vida. En cierta ocasión, el sujeto de los noes y níes infinitos, pensó que había dado un «salto cualitativo» al lindar una inequívoca asertividad. Después de practicarse distintas pruebas de laboratorio, de negar y descreer los resultados, dio positivo respecto del cáncer gastrointestinal.

 

 

Microrrelatos extraídos de Sinergias. Villa María - Córdoba, Argentina, Tusca Editoras, 2023, 45 págs.

 

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Karla I. Herrera. Tegucigalpa, M. D. C., Honduras, Centro América. Es Licenciada en Letras, en el área de Literatura por la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Tiene estudios de Posgrado en Literatura Iberoamericana realizados de 1996 a 1998 en la Facultad de Filosofía y Letras, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ha publicado varios trabajos ensayísticos, bibliográficos y de crítica literaria; posee cuatro libros publicados: Dos grandes latinoamericanos (ensayo, 1999), Silencios habitados (cuento, 2014), Interpretaciones crítico-literarias (ensayo, 2017) y Sinergias, (microrrelatos, 2023). Tiene en su haber literario otro libro de cuentos convencionales y un segundo texto de microrrelatos todavía inéditos.

Herrera Amador fue profesora universitaria adscrita al Departamento de Letras de la UNAH y coordinadora de la Unidad de Investigación Bibliográfica de la Biblioteca Nacional de Honduras “Juan Ramón Molina” de 1998 a 2005. Ostenta algunos reconocimientos y el honor de haber sido incluida en una veintena de antologías sobre microficciones, cuatro de ellas nacionales y el resto de impronta internacional. Desde enero de 2006 radica en forma permanente en el estado de New Jersey, EUA.